A lo largo de aquellos años en que disfrutamos de la energía que nos da el Universo antes de (volver a) devolvérsela, son miles las cuestiones que nos podemos plantear y cada una de ellas tiene una particularidad que la hace distinta a las demás. Éste, es el caso de la serie Perdidos, que si tiene algún elemento que la caracterice es la cantidad de interrogantes que plantea y que para muchos, de igual forma deja sin resolver. A pesar de que soy consciente de que mi pasión hacia la que considero la joya de J.J. Abrams podría llevarme a abordarla más de la cuenta, en esta ocasión creo necesario volver a inspirarme en ella principalmente por la sorpresa que más de uno se llevará al leer el presente pasaje:
(No sigas leyendo si no has terminado la primera temporada o tienes intención de hacerlo. El que avisa, no hace "Spoilers")