A lo largo de la corta vida de este blog me he referido en varias ocasiones al mundo del Manga, y cuando era niño me encantaba un particular ánime de un perro investigador que representaba al mismo personaje con el que me reencontré hace un año en la casa de uno de mis mejores amigos. Este personaje no es ni más ni menos que el archifamoso Sherlock Holmes.
En una de las investigaciones en la nueva versión de la BBC, el doctor Moriarti había secuestrado a la casera de Sherlock y Watson. Ante tal adversidad, y dado el apego que ambos sentían por la amable y comprensiva señora, todos se alteraron sobremanera y el nerviosismo se apoderó de la sala en la que eran acompañados por parte del cuerpo de policía.
Pasado el primer impacto de la noticia todos miraron expectantes a Sherlock, que siempre solía tener respuesta para todo, aunque en esta ocasión, para sorpresa de todos mientras sacaba su stradivarius dijo:
"Watson, ve calentando agua."
A lo que su ayudante respondió estupefacto:
"¿¿¿Calentando agua??? ¿¿¿Para qué???"
A lo que respondió:
"Para hacer té."
Ante la sancionadora expresión de su socio y de los demás asistentes, Sherlock matizó:
"Necesito pensar con claridad, y para ello debo relajarme."
Tras tomar el té y acompañar con dos o tres piezas del Barroco, donde otros que le llamaron loco fracasaron, Sherlock acertó.
Por ello, la próxima vez que vayas a juzgar a "un loco" piénsatelo dos veces , ya que en un gran número de ocasiones suelen ir uno o dos pasos por delante.
Imagen con licencia CC cortesía de JBaznet
PD: Cuando en la escuela no se integraba... él atendía a los menos capaces; cuando los docentes no innovaban... él enseñaba sus lecciones con canciones; y cuando no se certificaba el horario extraescolar... él preparaba excursiones los sábados para todos sus alumnos que tanto quería. Por ello, una vez más quiero dedicar este pasaje a mi tío Juan, genio entre genios.
PD2: La próxima vez que te enfrentes a una complicada situación que requiera lo mejor de ti, no dejes que el nerviosismo condicione tu respuesta, y acompaña tu "Paso de Buey" con una buena taza de té.
Este ha molao...jejeje. Más razón que un santo Leonidas. Te debo uno de Bruce Wayne.
ResponderEliminarUn abrazo.
Me alegra que le guste, Lord Maikegh. Esperaremos expectantes su segunda aportación.
EliminarSaludos.
Sí, Juan es un tipo muy singular y un hombre bueno. Salud(os).
ResponderEliminarEste pasaje me recuerda mucho a esos proverbios orientales escritos por los maestros de artes marciales, en los que hacían hincapié en el hecho de no dejarse llevar por las emociones y mantener la calma, tanto en la guerra, como en los conflictos de la vida diaria.
ResponderEliminarQue grandes recuerdos de la serie de dibujos animados de Sherlock Holmes (la de los perros) estaba muy chula.
Un pasaje muy interesante. Saludos. :)
Miguel.
Una gran apreciación, Miguel. En la vida se puede aprender muchísimo de los valores originales de las artes marciales.
EliminarLa serie de los perros era la caña! Me encantaba el comisario, sobre todo cuando se enfadaba cuando las cosas se le iban de las manos y decía: "¡me van a mandar a dirigir el tráfico!"
Saludos.