En el año 2999, el protagonista de Futurama, Phillip J. Fry sale con la plantilla de Planet Express a tomar unas copas a la más famosa discoteca intergaláctica. Tras años de sequía en lo que a conquistas se refiere, y desempeñado el rol de lo que en algunos foros se conoce como "número 2", el joven del siglo XXI atacaba junto a su compañero y "amigo" Bender a toda belleza o "robo-pilingui" que se pusiera a tiro.
En un momento de la noche, Fry vio a lo lejos a Zapp Brannigan y comenzó a reírse despectivamente de él, ya que estaba aparentemente siendo "demasiado simpático" con varias chicas que a ojos del terráqueo se mostraban como monstruos galácticos.
- ¡Eh Zapp! ¡Deja ya a esos orcos! ¡Jejejeje! - Gritó Fry partiéndose de risa.
A pesar de las burlas el capitán estelar siguió a lo suyo, y al final de la noche cuando Bender y Fry salían de la disco apartando las moscas absolutamente borrachos, el joven de pelo naranja rompió a vomitar mientras su amigo robótico le consolaba con ciertos aires de guasa. Al alzar la vista, vio como Zapp Brannigan salía con una sonrisa profident agarrado a una chica de una belleza impresionante. Absolutamente conmocionado ante lo que veían sus ojos, tambaleándose por los efectos del alcohol y acompañado por un aliento a perros muertos Fry le preguntó:
- ¿De dónde has sacado a esta tía buena?
En ese momento la sonrisa de Zapp creció hasta unir oreja y oreja y contestó:
- Es amiga de las que tú llamaste Orcos.
Aquella noche, Fry además de que nunca está de más ser agradable con todo el mundo, debió comprender que el camino hacia nuestros objetivos no siempre va en línea recta.
estoy totalmente de acuerdo... de hecho , quizá lo divertido y sorprendente se encuentra siempre a través de algún rodeo en el camino....
ResponderEliminarA pesar de ello, la mayoría se empeña en ir en línea recta :)
EliminarGracias una vez más por participar, Carmen.