jueves, 25 de octubre de 2012

Los ojos del Dragón

Cuando miro atrás y reviso las publicaciones de este blog, me doy cuenta de la importancia que de forma inconsciente transfieren mis pasajes al sentido de la vista. El motivo se podría interpretar de muchísimas formas, pero me gustaría destacar que el mencionado sentido es quizás aquél del que más consciencia solemos tener, y por ello, en ocasiones necesitamos dejar de usarlo para darnos cuenta de la importancia que tienen los demás.

A lo largo de los pasajes he hablado sobre Daredevil, el Caballero del Dragón, y un personaje que pese a no estar físicamente ciego debía hacer un mejor uso de su agudeza visual... el luchador hindú llamado Nam. Los tres han sido personajes que me han llamado la atención, pero sin lugar a dudas, el Dragón es por diferentes motivos el protagonista del pasaje de hoy.


Al poco tiempo de perder la vista frente a Medusa, el caballero del Dragón valoró todo lo positivo que le quedaba y desarrolló todas sus cualidades restantes para superar la dificultad que su ceguera le acarreaba en el combate. A pesar de ello, todos sus compañeros estaban muy preocupados por encontrar la forma de que recuperara la visión, y uno de ellos mencionó que en cierta montaña se podía encontrar un agua milagrosa que curaba cualquier tipo de enfermedad. Siryiu insistió en que no era necesario que trajeran dicho agua porque lo había aceptado y se encontraba muy feliz de poder seguir con vida y en compañía de sus amigos, pero a pesar de ello, Seiya, Caballero de Pegaso, fue en busca del agua curativa. En esta empresa tuvo que superar grandes dificultades y casi perdió la vida, y para colmo de los males cuando finalmente la aplicaron a los ojos del Dragón... no recuperó la visión. 

El desconcierto se apoderó de los Caballeros de Athenea, e intentaron encontrar una explicación a tal situación hasta que alguien comentó que el agua solo funciona si el que la usa realmente quiere curarse.

Miles de veces intentamos ayudar a los nuestros a superar sus problemas, solventar sus dificultades o levantar su ánimo cuando realmente ni necesitan, ni quieren nuestra ayuda. Por ello, cuando vayas a ayudar a alguien, espera que te llame y mira siempre a través de los ojos del dragón.

Imagen con licencia CC cortesía de mkratty.

jueves, 18 de octubre de 2012

Los ojos de Medusa



De un tiempo a esta parte, desde diferentes estamentos se nos recuerda la necesidad de sacrificarnos por el bien común, y al escuchar o leer la palabra "sacrificio" me viene a la memoria un episodio de Los Caballeros del Zodiaco, que para los de mi generación se convirtió quizás en el más legendario de todos ellos.

Poco después de que Seiya derrotara a Misty, los defensores de Athenea tuvieron que enfrentarse a los temibles caballeros de plata, entre los que se encontraba Algol de Medusa, que como su propio nombre indica convertía en piedra a todo aquel que tenía la osadía de mirar cuando liberaba su cosmos.

Cuando lucharon contra él y tras haber petrificado a varios de sus amigos, la última alternativa frente al titán era el Caballero del Dragón, que sin pensárselo dos veces hizo un brutal alarde de compañerismo y sacrificio introduciendo sus dedos en sus propios ojos, quedando ciego de por vida. A partir de ese momento pudo luchar y vencer a Medusa sin la amenaza de terminar cual estatua helena, aunque no sin la dificultad que entraña perder la visión.

Desde entonces, el Caballero del Dragón se alzó como el más noble y honorable compañero de los defensores de Athenea, y su hazaña quedó registrada en nuestras retinas hasta la eternidad aunque para ello, tuvo que pagar un enorme precio.  

Si has leído el pasaje con el detenimiento necesario y no viste la serie, te habrás planteado que muy posiblemente hubo formas más sencillas de vencer a Medusa. En ese caso y considerando que este pasaje va más allá de lo abordado en "paso de buey" y "vista de lince"  podría decir que...

... la vanidad tiene curiosas formas de expresión.

Si quieres saber qué llevó realmente al Dragón a tomar tan dura medida, pincha en "más información"

jueves, 11 de octubre de 2012

El lado oscuro


Un joven padawan que siempre había tenido muchas dificultades para dominar La Fuerza, tras varios años de frustración y esfuerzo comenzaba a manifestar un poder que hasta el momento había sido muy inferior al de sus compañeros. De igual forma, la tentación por el enorme poder del Lado Oscuro fue creciendo más y más hasta que en un momento puntual,  la seducción pudo con él.

Cabizbajo, invadido por la culpa y muy preocupado por las posibles consecuencias fue a consultar la situación con su maestro Jedi que se encontraba mejorando un sable láser: 

- Maestro, he hecho algo muy malo. ¿Qué puedo hacer?

El Maestro miró a su discípulo con una cariñosa sonrisa, dejó sus herramientas y se levantó mientras le agitaba el pelo amistosamente. Justo después, sin perder su suave expresión le dijo:

- Al igual que a un pájaro, la vida te ha dado alas para volar, y solo tú puedes decidir hacia dónde quieres que te lleven.

A continuación el Maestro cogió el sable láser en el que estaba trabajando, lo guardó en un cajón y continuó con su entrenamiento.

PD: Los caballeros Jedi (al igual que los Luthiers) suelen fabricar, reparar y mejorar sables láser para su propio uso o para el de los demás.


Fotografía con licencia CC cortesía de Luigi Rosa

jueves, 4 de octubre de 2012

Entre serio y broma



En "Eligiendo a tus aliados", me inspiré en el extraordinario mundo de "Death Note" para transmitir una idea a través de la historia de un adolescente que asesinaba a todo tipo de malhechores escribiendo sus nombres en lo que aparentemente era un simple cuaderno.

En dicho ánime también aparecen Shinigamis o Dioses de la Muerte, pero con una perspectiva completamente diferente a los que puedes encontrar en Bleach (véase "El temor a perder el control"), ya que éstos se dedican a matar a los humanos cuando llega su hora (o no) escribiendo sus nombres en sus cuadernos de muerte. Por tanto, donde haya uno de estos cuadernos, necesariamente debe haber un Shinigami, y a Light le acompaña uno llamado Ryuk. Con el paso del tiempo, y por el devenir de los diferentes acontecimientos, se empieza a establecer entre ambos una estrecha relación que algunos se atreverían a calificar de "amistad". Tanto era así, que incluso se ayudaban, tenían largas conversaciones, y en ocasiones hasta se gastaban bromas.

En una de esas ocasiones, Ryuk cuenta a Light que para no morir de viejos, los Shinigami deben matar humanos escribiendo sus nombres en sus cuadernos de muerte, y así ganan la vida que les quedaría a sus víctimas (por ejemplo, si alguien va a morir de viejo a los 80 años, pero un Shinigami lo mata a los 60, éste habrá ganado 20 años de vida). Por ello, y en un tono aparentemente de broma, el Shinigami le dice a Light que terminará escribiendo su nombre en su propio Death Note, a lo que Light respondió absolutamente tranquilo con una sonrisa cargada de aparente control y cierta soberbia.

SPOILER: SI VAS A VER EL ÁNIME NO LEAS LO QUE APARECE A CONTINUACIÓN