Cuando miro atrás y reviso las publicaciones de este blog, me doy cuenta de la importancia que de forma inconsciente transfieren mis pasajes al sentido de la vista. El motivo se podría interpretar de muchísimas formas, pero me gustaría destacar que el mencionado sentido es quizás aquél del que más consciencia solemos tener, y por ello, en ocasiones necesitamos dejar de usarlo para darnos cuenta de la importancia que tienen los demás.
A lo largo de los pasajes he hablado sobre Daredevil, el Caballero del Dragón, y un personaje que pese a no estar físicamente ciego debía hacer un mejor uso de su agudeza visual... el luchador hindú llamado Nam. Los tres han sido personajes que me han llamado la atención, pero sin lugar a dudas, el Dragón es por diferentes motivos el protagonista del pasaje de hoy.
Al poco tiempo de perder la vista frente a Medusa, el caballero del Dragón valoró todo lo positivo que le quedaba y desarrolló todas sus cualidades restantes para superar la dificultad que su ceguera le acarreaba en el combate. A pesar de ello, todos sus compañeros estaban muy preocupados por encontrar la forma de que recuperara la visión, y uno de ellos mencionó que en cierta montaña se podía encontrar un agua milagrosa que curaba cualquier tipo de enfermedad. Siryiu insistió en que no era necesario que trajeran dicho agua porque lo había aceptado y se encontraba muy feliz de poder seguir con vida y en compañía de sus amigos, pero a pesar de ello, Seiya, Caballero de Pegaso, fue en busca del agua curativa. En esta empresa tuvo que superar grandes dificultades y casi perdió la vida, y para colmo de los males cuando finalmente la aplicaron a los ojos del Dragón... no recuperó la visión.
El desconcierto se apoderó de los Caballeros de Athenea, e intentaron encontrar una explicación a tal situación hasta que alguien comentó que el agua solo funciona si el que la usa realmente quiere curarse.
Miles de veces intentamos ayudar a los nuestros a superar sus problemas, solventar sus dificultades o levantar su ánimo cuando realmente ni necesitan, ni quieren nuestra ayuda. Por ello, cuando vayas a ayudar a alguien, espera que te llame y mira siempre a través de los ojos del dragón.
Imagen con licencia CC cortesía de mkratty.
Imagen con licencia CC cortesía de mkratty.