miércoles, 29 de mayo de 2013

Los Apuntes del Joven Padawan Volumen 7



El maestro jedi...


... reconoce y abre su vida a quien merece entrar en ella y no encuentra la forma. 

... entiende que a veces "no buscar" es la mejor forma de encontrar.

... comprende que su destreza y seguridad pueden incomodar a ciertos camaradas, pero también...

... sabe que el orgullo puede acabar con él mismo y con los suyos.

... no considera oportunidades perdidas, sino habilidades por adquirir y enseñanzas que aprender.

... si abriendo los ojos entre avispas se encuentra, visualiza la salida y suavemente los cierra.

... no dedica tiempo ni energía a elementos o situaciones fácilmente evitables.


Imagen con licencia CC cortesía de slowdevil

miércoles, 22 de mayo de 2013

Listo e inteligente






Si volvemos la vista atrás, en un pasaje con un nombre muy parecido comentaba que a priori es más aconsejable no anclarse en el pasado, extrayendo lo mejor de éste y afrontar un interesante futuro que te haga vivir y disfrutar un nuevo presente. Hoy, he vuelto a hacer una excepción retomando por tercera vez el anime "Death Note", ya que en su momento pensé que podría sacar mucho partido de sus protagonistas para este blog, puesto que el mismo no existía cuando hice los dos primeros visionados.

Si viste la serie o leíste el manga, sabrás que tanto "L" como Light Yagami (investigador y "justiciero", respectivamente) son dos fuera de serie que dominan la lógica y la deducción, que a lo largo de la serie demuestran que son capaces de controlar sus actuaciones y expresiones hasta en las situaciones más críticas. No obstante, el joven Light manifestó en un determinado momento del anime una actitud a resaltar que va más allá de un cociente intelectual que sobrepasa con creces a la media:

El día en que el poseedor del "cuaderno de muerte" se presentaba las pruebas para el acceso a la Universidad, mientras llegaba al lugar donde se realizaban las mismas con una actitud pausada y tranquila, a lo lejos distinguió la figura de una especie de conserje que insistentemente le animaba a que entrara en el aula donde ya se encontraban todos los participantes, alegando que solo quedaban diez minutos para que comenzaran los exámenes. Ante ésto, Light contó a Ryuk que odiaba esperar dentro en este tipo de situaciones, que había planificado llegar 3 minutos antes, pero que sencillamente se había adelantado.

Aunque en principio este comentario podría aparentar únicamente un exceso de confianza de un personaje considerablemente prepotente, lo que realmente quisiera recalcar es que Light es conocedor de los efectos que la masa puede ejercer sobre el individuo, y aunque cuente con la sangre fría para salir airoso o mostrarse impasible ante situaciones que derrumbarían a cualquiera, se mantiene lejos de la histeria colectiva, y de la inercia de afrontar situaciones que sencillamente y con un poco de cabeza... podríamos evitar.

Imagen con licencia CC cortesía de ~flo-moshi


jueves, 16 de mayo de 2013

Mirando dónde pisamos


Para comenzar el pasaje de hoy me gustaría recordar que hay quien dice que los rockeros van al infierno, y aunque el personaje (nunca mejor dicho) en el que me he inspirado para escribir no cante, ni toque ningún instrumento de cuerdas de metal, muy seguramente terminará calentando su trasero en las brasas de Lucifer.

Centrándome en materia, justo al comenzar la quinta temporada de Californication, su protagonista, el gran Hank Moody realiza una de sus numerosas conquistas con una preciosa chica de color durante el vuelo que le enviaba de vuelta a Los Ángeles. Una vez allí, su agente le encuentra trabajo como escritor para un extravagante y egocéntrico personaje que quiere grabar una película protagonizada por él mismo a la que llamará "Super Detective en Santa Mónica". Nada más conocerle, éste le presenta a su novia, que casualmente es la misma mujer con la que días antes había mantenido relaciones en los servicios del avión, y al hacerlo, en un tono amenazante vestido de broma le deja claro que ante cualquier tipo de acercamiento hacia ella, diera su muerte por segura. A pesar de ello, y siguiendo los consejos de su agente Hank comienza a dedicar parte de su tiempo junto al "artista" con objeto de hacer un guión lo más ajustado a sus preferencias.

Así, mientras nuestro protagonista se percataba de las lujuriosas intenciones de las que no parecía desprenderse la mencionada chica, e iba esquivando los daños colaterales de todas peligrosas las actuaciones de Samurai Apocalypse (como robar un coche de policía por echar el rato o amenazar con armas de alto calibre por costumbre), en un momento de debilidad y aparente fraternidad motivado por una larga noche de copas, Hank contó a Samurai que el novio de su hija Becca le estaba siendo infiel, a lo que sin consultar con su escritor, el rapero de Santa Mónica mandó a los suyos pegarle una soberana paliza para sorpresa de un contertulio conocedor de la violenta e inestable actitud de su amigo, pero no del grado de la misma.

En ese preciso momento (y considerando el peligro que suponía la tentación de ébano), Hank se dio cuenta de que estaba pisando una tabarrera, y en ocasiones puntuales (o no) muchas personas vamos andando por la vida sin darnos cuenta por dónde nos guían nuestros pasos ante cierto devenir de acontecimientos, y cuando realmente tomamos conciencia de que nos encontramos en una situación de este tipo tenemos en principio dos opciones para intentar salir ilesos: 

... quedarnos absolutamente quietos, o salir corriendo.


Imagen obtenida de www.public-domain-image.com 

lunes, 13 de mayo de 2013

El miedo: una profecía autocumplida (Colaboración de Brockstoner)



Hoy, día en que cumplo 34 años estoy recibiendo varios regalos por parte de mis mejores amigos, a quienes pedí que me relatasen el mejor momento vivido conmigo para celebrar este día tan especial. Evidentemente, ésto ha sido con gente muy cercana, pero alguien que conozco de hace poco, pero con quien he conectado mucho, me ha hecho un especial presente que creo necesario compartir.

Mucho antes de escribir el pasaje "El miedo", inspirada en "Señales" de Mel Gibson, tenía pensado escribir un post con contenido parecido inspirado en Anakin Skywalker. Sin embargo, por unas cosas y otras lo fui dejando, y hoy, sin saber absolutamente nada el gran Jesús Pereira (@brockstoner) me ha regalado aquél pasaje que en su día pensé escribir.

Espero que te guste:

Hay una máxima que dice “tú lo has pensado, tú lo has creído, tú lo has creado”. 

Durante el Episodio III de Star Wars vemos a un Anakin Skywalker angustiado con sus premoniciones de un futuro tan incierto como aterrador en el que ve a su amada Padme perder la vida entre terribles sufrimientos. 

Este temor cada vez se le hace más patente, y es la desesperación por querer evitar ese destino cruel lo que le hace caer en el Lado Oscuro de la Fuerza y convertirse en Darth Vader, pensando que así la chica a la que quiere estaría a salvo. 

Sin embargo, no sólo no consiguió evitar que sus malos presagios se cumplieran, sino que además fue él mismo, desbordado por el poder del Lado Oscuro de la Fuerza, quien acabó con la vida de la persona a la que pretendía salvar. 

Y es que hay veces que estamos tan preocupados por algo que creemos que puede ocurrir que al final somos nosotros mismos los que provocamos que aquello que queríamos evitar acabe sucediendo. 

Esto es lo que en psicología se conoce como “profecía autocumplida”, y viene a decir que si nos creemos aquello que suponemos, al final acabamos actuando como tal, de forma que la realidad se ajuste a nuestros esquemas previos, y no al revés, como debería ser. 

Muchas gracias, Jesús.

Imagen con licencia CC cortesía de Dominique Wesson

miércoles, 8 de mayo de 2013

Habilidades y oportunidades (Dungeons And Dragons)


En la actual etapa de mi vida, en la que me encuentro buscando lo mejor de años atrás, recuerdo que durante los noventa se generaron gran cantidad de prejuicios que todavía hoy perduran hacia una de las más creativas y entretenidas formas de ocio, y que además, han demostrado un considerable potencial didáctico: los juegos de rol, entre los cuales me centraré en Dungeons and Dragons.

Como posiblemente ya sabrás, antes de comenzar a jugar a D&D debes crear tu propio personaje, eligiendo raza, profesión, alineamiento, deidad... y haciendo una tirada de dados que te dará una puntuación a repartir entre diferentes cualidades como fuerza, habilidad, resistencia, inteligencia, carisma... Según la suerte que tengas y el reparto que hagas a continuación (unida a tu elección de tipo y raza) tu personaje adquirirá unas determinadas habilidades y podrá realizar ciertas acciones y por tanto conseguir (o no) determinados logros. Con el paso del tiempo y la experiencia, los personajes van subiendo de nivel y obteniendo por ello puntuaciones para repartir entre sus cualidades, de manera que por ejemplo un jugador puede hacer que su personaje se haga más fuerte o aprenda a manejar para el combate una espada en cada mano.

De esta forma, se puede dar la situación de que encuentres personajes que de primeras sean muy efectivos (como algunos guerreros) y que parecen obtener las mejores recompensas, y otros, que necesitarán subir varias veces de nivel para poder empezar a serlo (cosa que suele frustrar a los jóvenes magos) aunque puede que en un nivel avanzado sean mucho más poderosos y por tanto, capaces de alcanzar mayores logros que los primeros.

En la vida, ciertamente no podemos elegir raza, y la "tirada de puntuación" y el reparto inicial ya nos viene dado por nuestros padres y nuestro entorno, pero es a partir de ese momento cuando debemos ir acumulando experiencia para desarrollar nuestras cualidades según nos convenga y así adquirir habilidades para alcanzar las metas planteadas. Por nuestra condición y aprendizaje, unos llegan antes y otros después, pero lo realmente interesante es que una vez tengas desarrollada la habilidad, no dejes escapar oportunidades.

Por todo ello, te aconsejo que no consideres una oportunidad como desperdiciada si en el momento en que se te presentó no tenías desarrollada la habilidad necesaria para aprovecharla, pero si llegado el momento tienes un mago de nivel 10 capaz de lanzar bolas de fuego, te recomendaría que no dedicaras tu vida exclusivamente a leer libros de magia.

jueves, 2 de mayo de 2013

El peligro del orgullo


En esta vida tan exenta de valores en tantas ocasiones, las personas más nobles o que respetan las normas parecen tender a salir perdiendo. Al menos esa es la sensación que puedes percibir cuando ves triunfar o salir airosos de situaciones increíbles en los medios de comunicación, a personajes cuya modestia, civismo y educación son en ellos cuando menos... puestos en entredicho.

El personaje del pasaje de hoy es por su evolución en la serie y lo complejo de su personalidad uno de los más interesantes que he llegado a llevarme a la cara, y aunque en principio no se ubica ni entre los "Doctores House" ni los "Hugos Reyes", me servirá para transmitir un mensaje que lleva tiempo rondando en mi cabeza:

(No sigas leyendo si no viste el episodio piloto de la serie presentada en la cabecera)