jueves, 1 de noviembre de 2012

Una segunda oportunidad


Cuando miro a mi alrededor, encuentro cientos de cosas que me acompañan desde que era pequeño y otras adquiridas más recientemente, pero que evocan a épocas pasadas que se extienden hasta el presente. Al pensarlo, me viene a la cabeza una serie con la que prácticamente nos hemos criado: Los Simpsons.

Uno de mis episodios favoritos es uno en que Bart está al borde de repetir curso, y agota el tiempo para estudiar para el examen final. Al verse desesperado y sin tiempo, reza pidiendo un único día más con el que exprimirse al máximo y así pasar de curso con sus compañeros.

Para su sorpresa, el día del examen Springfield amaneció nevado y en la radio anunciaron que por este motivo se suspendían las clases, lo cual le brindaba esa segunda oportunidad por la que horas antes había rezado. Sin embargo, su primer impulso al ver la nieve y pensar que no había clase no fue ponerse a estudiar, sino coger su trineo y disfrutar ese día jugando con sus amigos. De hecho... iba a ser así hasta que su hermana Lisa le recordó que horas antes había rogado un día más para estudiar, y que iba a desaprovechar algo que no se suele dar... una segunda oportunidad.

Como la mayoría sabréis, Bart terminó encerrándose en su casa y solo necesitó unas pocas décimas para aprobar el examen, que fueron amortizadas al demostrar a su maestra que realmente se había esforzado, y que ciertamente tenía los contenidos necesarios para pasar de curso.

Como remarqué anteriormente, no se nos suelen dar segundas oportunidades, pero cuando éstas aparecen la inercia nos puede llevar a desaprovecharlas, así que si por una vez la vida nos guiña en una segunda ocasión... no olvides devolverle una sonrisa.

Imagen con licencia CC cortesía de ludvigvonconrad

PD: Este pasaje se lo quiero dedicar a mi amigo Valentín Cercadillo, gracias al cual aprobé el segundo trimestre de Biología en COU. Cuando me veáis en persona preguntadme por qué, y recordadme que os cuente qué pasó en el primer trimestre.

6 comentarios:

  1. Puedo sonar un poco cursi, pero esta entrada me parece especialmente bonita.

    Saludos.

    Miguel.

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  2. ... segundas oportunidades son tan especiales y unicas...en ese caso,no deberiamos mas a menudo DARLAS?

    Abrazo.

    El socio.

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    1. Hombre socio!!! Me alegra que hayas visitado el blog, y sobre todo que hayas comentado esta entrada.

      Evidentemente, es necesario dar segundas oportunidades, aunque quizás, debería ser contenido para otro pasaje. Apunto la idea, y si se concreta, te avisaré.

      Un abrazo.

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  3. Por lo poco que he visto de la serie, larguísima serie, no suelen ser los Simpsons muy didácticos, no suele haber moralejas, no acostumbran a ser virtuosos los personajes, etc. ¿Es ese episodio que resumen una excepción?

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    1. La verdad es que a bote pronto es la primera letura de "autoayuda" que me ha venido a la cabeza en lo que a esta serie respecta. No obstante, si miramos con la profundidad precisa (Véase "Vista de Lince"), muy seguramente encontraremos alguna más.

      Coincido contigo en que no todas las series suelen transmitir este tipo de mensajes, siendo muy fácil encontrarlos en algunas como "Perdidos" o "Los Caballeros del Zodiaco", y difícil en otras como "Dexter" o la que nos acontece.

      De todas formas conviene recordar que es en la inmensa oscuridad donde es más fácil localizar la luz. :)

      Un fuerte abrazo José Antonio, y muchas gracias por participar.

      No dejes de hacerlo.

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