Los sueños... ese concepto tan amplio que abarca desde nuestros más íntimos deseos hasta nuestros miedos más ancestrales, y cuyas manifestaciones nos pueden orientar, confundir, o servir de inspiración para hermosas o tenebrosas composiciones creativas.
En la fantástica película con que abrimos el presente bloque, su protagonista se ve a sí mismo con una avanzada edad, en la que la demencia y los problemas de salud le situaban en una desagradable y frustrante situación. Impedido, y agobiado por ser consciente de una realidad en la que una mente abierta, despierta y con ansias de libertad se encuentra atrapada, comenzó a gritar que él era joven, que tenía 30 años y que no quería estar allí, y a medida que su estrés crecía, la frecuencia de sus comentarios aumentaron hasta que ciertamente terminó despertando en su cama empapado en sudor a la reluciente edad de 30 años.
En esta vida cargada de luces y sombras, no deberíamos olvidar que para escapar de nuestras peores pesadillas, a veces basta simplemente con tomar conciencia, y realmente... querer despertar.
Fotografía con licencia CC cortesía de Darco TT
Fotografía con licencia CC cortesía de Darco TT